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“Lo más atractivo para un inversionista es que el emprendedor piense en grande”

Publicado el 20 de marzo de 2019

Tim Draper fue entrevistado por la Gerente de Relaciones Institucionales de Fundación Chile, Leah Pollak, durante su paso por nuestra organización en su visita a Chile, gestionado por Manutara Ventures. El exitoso financista de Silicon Valley, conocido por sus inversiones en Hotmail, Skype, Tesla y otras startups durante sus etapas de crecimiento tempranas, habló sobre estrategias de negocio, su impresión sobre Chile y su incursión en el mundo de la educación.

Leah Pollak: ¿Qué es lo que más te ha gustado de Chile?

Tim Draper: Una de las cosas que más me ha impresionado es que su Presidente, Sebastián Piñera, está instalando la alfombra roja en Chile para generar negocios y se nota. El país brilla: caminé por las calles de Santiago en la mitad de la noche y vi gran dinamismo, gente trabajando, siendo amable unos con otros. Me impresionó no ver ningún vagabundo; nuestra situación en San Francisco es crítica, puedes ver uno en cada esquina. También me sorprende ver tanta reacción negativa frente a este gobierno; se están haciendo buenas cosas y no están siendo reconocidas por la población.

Respecto a la industria del venture capital, me emociona ver lo que está pasando con Chile; es muy bueno ver lo que está haciendo Start-Up Chile y, en general, respecto al emprendimiento, me encanta el espíritu. Hay un buen foco en educación: la inversión en educación técnica y científica es lo que va a posicionar a Chile como un país, no solo bueno, sino excelente, es decir, uno de los mejores países del mundo. Chile está atrayendo inmigrantes, que es uno de los factores que benefició al crecimiento económico de los Estados Unidos por muchos años; eso hará que este país tenga a los mejores y más inteligentes profesionales, que vienen aquí buscando escapar de malas situaciones. Ellos harán grandes cosas, así es cómo se construyó mi país. La inmigración es lo que hizo que Estados Unidos sea el gran país que es hoy.

LP: Hablemos sobre estrategias de inversión.

TD: Mi estrategia de inversión ha evolucionado con el tiempo. Cuando me inicié en esta industria estaba experimentando y se podría decir que aún lo estoy haciendo. Pero lo que realmente busco a la hora de invertir es gente extraordinaria; y la pregunta que siempre me hago cuando estoy frente a un proyecto es “¿qué pasaría si esto realmente resulta y qué increíble sería eso?”. Eso es lo que determina mi inversión: qué genial sería para el mundo si este emprendedor fuera exitoso. Cuando me hago esa pregunta, pierdo interés en el 50% de las startups que se me presentan, pero la otra mitad se me presentan como extraordinarias.

LP: ¿En qué te fijas primero a la hora de invertir: la startup o el emprendedor?

TD: En general, tras mi experiencia, puedo determinar si un emprendedor se va a dedicar 100% a su startup o no. Creo que el hecho de que un emprendedor esté dispuesto a poner el proyecto por delante suyo y dedicarse a él al máximo es un plus. Lo otro en lo que me fijo es en si el emprendedor piensa en grande para conseguir lo que quiere.

La mejor manera de entrar en una industria es entrar con tecnología disruptiva para solucionar hábitos viciosos e implementar un modelo de negocios que pueda encajar con dicha industria.

LP: Sabemos que eres apasionado por el venture capital, pero también has desarrollado una pasión por la educación. ¿Cómo fue que incursionaste en ese mundo?

TD: Me metí en el mundo de la educación de manera fortuita. Compré un hotel y pensé que podría darle un buen uso haciendo un internado y mi hijo llegó con la idea de hacer una escuela. Y a mi cuando se me mete una idea en la cabeza, empieza a expandirse. Allí es cuando se me ocurrió hacer una escuela para emprendedores. Me di cuenta de que necesitamos emprendedores, necesitamos más héroes, necesitamos gente que esté dispuesta a hacer lo extraordinario. Tomar esa oportunidad y fallar incansablemente hasta que tengan éxito. Tras esta apuesta me llevé una grata sorpresa, pues el modelo funciona. Tenemos cientos de estudiantes que provienen de 76 países diferentes, que han empezado 350 empresas y que han sido una gran fuente de dealflow para nosotros; cientos de los negocios que he cerrado, son antiguos estudiantes de Draper University.

Una consecuencia colateral positiva de haber levantado la universidad es que el valor de las propiedades alrededor de ella ha aumentado en 5X en los últimos 6 años, lo que ha generado un ecosistema muy rico.

Nuestros programas consisten en cursos de pre-aceleración y aceleración de 5 semanas, en primavera, verano y otoño. En esas 5 semanas preparamos a los futuros agentes de cambio, para que en 2 ó 3 meses puedan levantar su negocio. Nuestra misión es convertirlos en héroes.